domingo, 7 de noviembre de 2010
San Miguel
Y ahora que el mal
oculta la luz que alumbra los senderos,
y ahora que el mal
anuncia su reino de violencia y miedo.
O cuando tú
me besas la boca y dejas un veneno,
o cuando tú
conviertes mi vida en un pequeño infierno.
Las alas de San Miguel
protegen mis días,
la espada de San Miguel
se alza por mí.
O cuando el mal
parece surgir de algún rincón interno,
o cuando el mal
resulto ser yo y destruyo lo que quiero.
Las alas de San Miguel
protegen mis días,
la espada de San Miguel
se alza por mí.